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Un comienzo fuerte en Sevilla |
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¡Eso es lo que queria hacer! |
Este año
he perdido definitivamente mi título de feriante, tentada demasiado por la
emoción de una boda Española-Americana en la costa este de los EEUU (nuestros
amigos Ignacio y Mati tienen un hijo, Alejandro, quien es un “Ranger” en el
ejército americano y ahora un jugador para el equipo de fútbol americano los
Pittsburgh Steelers, para su historia ¡pincha aquí!).
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La pareja feliz |
Prevista, como muchas bodas, en el mes
primaveral de mayo, coincidió exactamente con la feria de Puerto, mi feria
favorita. ¡Que decisiones! Al final triunfó la amistad sobre mi obsesión
por bailar las bulerías en la feria, y tuvimos también la bonificación de ver a
mi hermana y cuñado, Suzi y Ethan, en Washington, D.C., para este mas que
memorable evento nupcial—el vínculo de dos culturas y dos familias!
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La que perdí--la portada de la feria del Puerto. ¡Óle Toro! |
Sin
embargo, teníamos una fiesta pre-feria enormemente exitosa en nuestro palacio,
incluso con los farolillos que hicieron de nuestro patio interior una
mini-caseta. Gracias a la habilidad de
Enrique (el cantaor) y Jesule (el guitarrista), nuestro patio se convirtió en
un remolino de baile y palmas por unas horas.
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Una caseta por dentro de nuestro palacio |
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Ensayando para bailar en la feria |
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Bailando sevillanas |
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Un remolino de baile y diversión |
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Jesule y Enrique con dos buenas feriantes |
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Tia capta a todo el mundo |
Y antes
de volar para la capital de los EEUU, ¡si! fuimos a la feria de Rota con mis primos
Stephan y Kristen (que se renombraron ¡Esteban y Cristina!), quienes estaban
visitándonos todo el mes de mayo. Ellos
eligieron el momento oportuno para visitar España, con todas las ferias y días
especiales de la primavera.
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La discusión de la tercera sevillana |
Pero
tal vez lo mejor para mi era bailar con los 15 (más o menos) alumnos míos que
asistieron a las clases de sevillanas que había impartido en los últimos
meses. Parece que tengo el enseñanza en
mi sangre, y para mí era especialmente divertido compartir este baile estupendo
tanto con los recién-llegados como con los americanos que siempre han querido
aprender las sevillanas (esto va por vosotros, Lynn y Brent!).
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¡Lynn bailando las sevillanas! |
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¡Óle tu, Brent! |
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Un ramo de belleza |
La boda
era un evento de todo el fin de semana; estábamos cordialmente invitados a la
cena de la noche anterior de la boda (se llama “la cena de ensayo,” que los
americanos ¡siempre tienen que ensayar el espectáculo del matrimonio un día
antes!). La cena se llevó a cabo en la
casa de los padres de la novia Maddy, una casa encantadora a la orilla de la
bahía Chesapeake.
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Diversión en la bahia de Chesapeake |
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Después de la fiesta de ensayo, celebrando en el hotel |
El evento principal
se celebró en una iglesia bonita, estilo americano con unas damas de honor y
estilo español con unas lecturas en español.
El banquete después se dio en una bodega de vinos cercana, los recién casados
bailando graciosamente y con buen humor para comenzar una fiesta bien
organizada, bastante divertida, y sin parar las próximas 5 horas.
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Con la novia, sus dos hermanas nuevas (Paloma y Carmen), y siempre-presente Angeline |
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Disfrutando con mi hermana |
Yo
desde luego tenía que recuperar un poco de mi tiempo perdido de la feria
organizando un pequeño baile flamenco para los invitados, unas bulerías con la representación
española. Era un poco desorganizada y
mal entendida, pero por lo menos, ¡un buen intento!
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Bulerias en America |
Una vez
llegado de nuevo a Puerto, fuimos a la Feria de Caballo de Jerez, aunque el
calor me hizo imposible poner un traje de gitana. Tia y Sasha estuvieron muy populares entre
los Jerezanos!
Marca aqui para ¡ver a Sasha y Tia bailando!
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Jerez la mejor |
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Selfie de la familia |
Mis
primos Stephan y Kristen eran los invitados perfectos—muy agradecidos, con
mucho entusiasmo, pocos problemas, divertidísimos compartir todo lo que había
aprendido de este país hermoso, y listos para hacer casi cualquier cosa. Fuimos a Algodonales para disfrutar la reconstrución
de la batalla de 2 de mayo allá, un evento que ya quería ver desde los años
pasados porque tenemos nuestro amigo, Alberto, ¡disfrazado como soldado
francés! Muchos del pueblo se visten
como soldados o la gente del pueblo rebelde.
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Mi amigo Alberto como soldado francés |
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Listos para luchar |
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¡Vienen los franceses! |
Y les
llevamos a mis primos también al norte hasta la provincia de Badajoz y el
pueblo de Alburquerque, donde hay un pequeño hotel rural favorito con sus
chozos y sus paseos en caballos alrededor del lago. Después continuamos por Mérida y el balneario
de Alange con sus aguas sanas y radioactivas, reconocidos desde unos siglos por
su capacidad de curar varias enfermedades.
Mi remordimiento mas grande era no tener mi cámara cargada, ya que Todd
y Stephan recibieron tratamientos faciales,¡ incluso con el gorro de baño!
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Los muros antiguos del balneario de Alange |
Terminamos
la temporada de la feria aquí en Sanlúcar, bailando toda la noche en esta feria
por el centro de la ciudad. El próximo
año seria mi ultima temporada de feria por unos años, creo, y por eso ¡estoy
muy decidida a recuperar mi título de feriante!
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Ignacio y Mati en pleno medio de feria |