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Cruces en una colina vasca |
Esta
temporada de Navidad era muy rara aquí en El Puerto. En vez de un frío húmedo y penetrante, el
tiempo se quedó muy templado y a veces hasta muy veraniego, ¡invitándonos a
jugar en la playa varios días! Este
cambio era un gran alivio para Suzanne y Ethan, quienes querían pasar las
navidades este año ¡en una casa bien calentita!
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El ayuntamiento de El Puerto, ya bien vestido para las navidades |
Suponiendo
que hubiera un frío húmedo que tuvimos el año pasado (algo que empujó a mi tío
y tía alemanes desde nuestro palacio hasta el hotel cerca), reservamos una casa
granjera en la vecindad de Bilbao, completa con chimenea y buena calefacción. Suzanne y su familia llegaron a mediados de
diciembre, y anduvimos por El Puerto durante varios días, dándome la
oportunidad de bailar en unas zambombas que hay en muchos lugares todo el mes
de diciembre.
Pincha aquí para verme bailar (¡otra vez!) en una zambomba
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Las luces navideñas de nuestra calle, Calle Virgen de los Milagros, en El Puerto |
Entonces
fuimos para Bilbao. Suzanne y Ethan fueron
en avión, pero esperé demasiado tiempo para comprar los billetes suficientemente
baratos, y por eso optamos por alquilar un coche (¡barato!) y pasar una noche
en Salamanca en camino a la ida, y en Toledo a la vuelta. Salamanca es una ciudad mágica, con una
universidad encantadora y edificios todo de arenisca, y era igual bonito como
la primera vez que estaba allá, aunque había un poco de lluvia.
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Salamanca sensacional |
Nuestro
caserío en el norte de España era nada menos que espectacular. El dueño, Luis, es restaurador de bellas
artes, y él dirigió todos sus amplios talentos a la casa familiar que está
situada a la orilla de la ciudad de Durango, entre Bilbao y San Sebastián. Cada tabla de madera de los pisos, cada pincelada
de pintura en las orillas de los marcos de piedra, cada barandilla de hierro estaban
limpios, restaurados, y protegidos con muchísimo cariño para mostrar la máxima belleza.
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Un salón muy acogedor con una chimenea calentita |
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Un comedor decadente para la cena de Nochebuena |
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Los detalles estaban esmeradamente trabajados y perfectamente hechos |
Luis y su hermana Carlota tienen un gusto
fabuloso, y las piezas de arte, las antigüedades laboriosamente restauradas, y
los detalles preciosos en cada esquina hicieron nuestro alojamiento en este
viejo caserío un puro placer. Y estaba
totalmente bien caldeado también!
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Cantando al lado de la chimenea |
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¡Ha llegado mi hermana Simone! |
Recogimos
a mi hermana menor, Simone, en Bilbao para reunirnos las tres hermanas en las navidades
por primera vez en varios años. Y el
caserío era perfecto, el tiempo era glorioso, soleado y templado (¡para el
norte de España!), y la comida para chuparse los dedos.
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El Guggenheim con escultura de perro gracioso, ¡hecho de plantas! |
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Vagabundeando por las calles del Pais Vasco |
Visitamos
el museo de Guggenheim y el centro de Bilbao—mi ciudad preferida de las del
norte de España. San Sebastián también
es una ciudad chulísima de principios del siglo XX, pero las laderas inclinadas
y el frontal del río bilbaíno obtienen mi voto.
Pero por todos lados había pintxos!
Estos bocadillos deliciosos sustituyeron el almuerzo normal varios días.
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¡Un bocadillo de pepinos! |
Celebramos
la Nochebuena con canciones tradicionales en inglés, alemán, y español. Después comimos para la cena un capón (¡la primera vez!) y al
final las favoritas galletas alemanas “Heidesand,” y el día de Navidad caminamos por las
montañas alrededor. Para nuestro
deleite, una gran familia vasca dio esta mañana ¡una serenata de villancicos
vascos!
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¡Gloria!
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En
camino a El Puerto, paramos en Toledo, una ciudad fabulosamente medieval al sur
de Madrid. Sin mi conocimiento, esta
ciudad era nombrada una de las dos ciudades mas importante para visitar de la
guía Fodor’s, y ciertamente yo estaba encantada.
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Una de las siete puertas de Toledo
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Colocado en una colina de cien metros de
altura y rodeada por tres lados por el río Tajo, que la convierte en un buen
sitio para la defensa, Toledo encanta a todo el mundo con muros de piedra y
ladrillos (los ladrillos son un tributo del pasado moro), pequeñísimas calles
sinuosas de piedra, una catedral impresionante, no solo una sino dos sinagogas,
y el mejor mazapán (hecho por las monjas) que nunca he probado.
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La gloria gótica |
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Torres y torrecillas por todos lados |
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Todas maneras de mazapán, pero a mi me gustan más las delicias, ¡que tienen yema por dentro!
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No importa que una de las sinagogas se llama
Santa María de la Blanca, había mas sentido de el barrio judío aquí que en las
demás ciudades españolas que he visitado.
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Sinagoga Santa Maria de la Blanca en Toledo |
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Luces marcan las entradas a la Judería |
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Los letreros también marcan el centro histórico judío
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Una vez
de nuevo en casa, tuvimos solo unos días para ensayar antes de nuestra actuación
en Bar Milord. Esta vez teníamos
previsto unas canciones ¡de cuatro niños, y unas de las tres hermanas! Nuestro amigo y dueño de Milord, Juan, de nuevo
nos dio la oportunidad para actuar a nuestro público y todos nuestros
amigos.
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¡Vale That! en Bar Milord |
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Las rock-n-rollers
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Y lo hicimos, y cantamos y
bailamos con mucho gusto toda la noche de la banda familiar. Presentando a Tia, Sasha, Rivers, y
Gonzalo! Y las hermanas Rico con
armonía!
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Rocking el público en Bar Milord |
Pincha aquí para escuchar a Tia cantando "Shake it off"!
Pincha aquí para escuchar a todos cantando "Country Roads"!
Y esta
fiesta era solo la telonera para la
fiesta del fin de año en nuestro palacio.
Acompañados de principalmente americanos y franceses (los españoles
celebran en casa con la familia y a veces pasan a las 2 de la madrugada, si acaso),
celebramos con fuegos artificiales y una bola de discoteca hasta la
madrugada.
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Encendiendo la bola de discoteca para la fiesta del fin de año |
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Yo en mi traje gracioso con pestañas falsas y amigas Angeline y Ebru |
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Chicas guapas |
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Bailando con amiga Paqui |
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¡Feliz año nuevo! |
Y por
supuesto había el baño obligatorio en el mar el primer día del año. Esta vez nos quedamos en el bonito
chiringuito con vistas a la playa de Las Redes, que tiene sorprendentemente
buena comida para un lugar de la playa.
Ahora que ya estamos bastante limpios, ¡estamos ya listos para 2016!
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Listo para nadar |
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Quitando todos los problemas del año pasado |