|
En las islas soñando |
La
invitación vino a través de Facebook: un
viaje planeado por Mati y Angeline a la isla española Mallorca, unas vacaciones
familiares en grupo con algunas de nuestras personas favoritas.
|
Mallorca majestuosa |
—¿Porqué?—preguntó
Todd. —Ya habiamos estado en Mallorca, y no
era tan fabulosa. — Pero le señalé que
estaríamos con Ignacio, nuestro amigo capitán piloto de Harriers de marina
española, quien conoce muy bien la isla.
Además, dije a las niñas, su mejor amiga Narissa estará también. ¡Y los niños Durkovich! Eso era todo lo necesario para comprar los
billetes.
|
¿Quién podria rechazar a este grupo? |
Entonces,
solo unos días después de regresar de nuestro viaje a Santiago, hicimos las maletas de
nuevo y salimos de nuevo hacia el aeropuerto. El camino fue emocionante—había un accidente
en la autopista que nuestro coche logró circunnavegar, pero el monovolumen con
Ignacio, nuestra entrada a la residencia naval en Mallorca, estaba en un atasco de tráfico. No estaba claro durante casi una hora si
ellos iban a llegar a tiempo, pero al final ellos llegaron, y ya volamos a
Mallorca.
|
La pandilla de Mallorca |
La isla
me ha gustado la ultima vez que estuvimos aquí el año pasado, pero solamente navegamos por la costa sur. Ignacio nos llevó a la costa nordeste de esta
isla grande, hasta el puerto de Sóller.
¡Uau! Es un clon hermoso de St.
Tropéz menos la pompa. El pequeño puerto
pintoresco, las playas municipales, y el faro nos encantaron a primera vista.
|
La residencia naval está a la izquierda encima del muro del muelle |
Nos
quedamos en el patio de la residencia naval hasta la madrugada, disfrutando la
noche veraniega. Los hombres salieron a
saltar desde el muelle hasta el mar, pero los guardias pronto les echaron
fuera.
|
Una suave noche veraniega mallorquina |
|
Parece que esto está prohibido |
Al día
siguiente, antes de que llegara una tormenta entrante, fuimos a caminar a través
de Valldemossa, un pueblo bonito con un monasterio y lindas calles
sinuosas.
|
Un selfie en grupo desde las calles de Valldemossa |
Al regresar, una tormenta enorme completa con truenos y relámpagos sumergió la isla,
inundando el aeropuerto hasta que tuvieron que cerrarlo y dándonos un impresionante
espectáculo de rayos sobre el puerto de Sóller.
Algunos de nosotros estaban navegando en kayak, y subieron gateando justo a tiempo para evitar ser alcanzados por los relámpagos.
|
¡Ten cuidado! Puedes ser golpeado por unos reyes |
Después de una cena deliciosa de comida de India (Mati no se quejó esta vez…) en la que celebramos la
selección de Alejandro, el hijo de Mati e Ignacio, por el equipo de fútbol
americano los Pittsburgh Steelers, vagamos por el sendero del puerto, parando en
el camino para tomar unos cócteles, y fingiendo ser los dueños de uno de los
yates fabulosos atados en el muelle.
|
Una noche veraniega y relajada |
|
Con nuestro yate y nuestra bici |
El
sábado era soleado y templado, perfecto para ir a la playa. La tormenta había creado unas olas enormes,
por eso necesitamos un rato para encontrar una cala tranquila (¡aunque muy
llena!), pero una vez allá, dimos unos suaves codazos a la gente alrededor, y
reclamamos nuestro pedazo de arena.
|
¡La costa llena y divertida! |
Los
niños se agruparon alrededor del ukulele, y era un encanto escucharlos
cantando todos juntos (aunque al final Bethe hizo una petición para un descanso
después de la 47.000 canción del fin de semana).
|
Los jóvenes con ukulele |
Pincha aquí para ver a los niños cantando, es muy divertido!
Esa
tarde empaquetamos todo lo de la playa y pasamos por el pueblo de Pollença, con
sus plazas sombreadas y la escalera impresionante hasta la iglesia en la cima. Subiendo la escalera, nos metimos por medio de una carrera de pie, ¡que terminó a la altura de la
escalera! Qué final tan brutal,
¡uau! Vitoreamos a los de la carrera mientras lucharon por llegar al final, y nos alegramos de estar allá para disfrutar la vista ¡y no para correr!
|
Una subida laaaaaaaarga |
Cenamos
esta noche en un bonito restaurante italiano, donde jugaron los niños a los
naipes, y los adultos se dividieron de nuevo en lado femenino y lado masculino
de la mesa (¿porqué siempre occure esto?).
¡Supongo que las mujeres son más divertidas!
|
Divididos entre mujeres y hombres |
|
Aquí eran simplemente mas chicas que chicos |
El
domingo era un día de un buen relax. Un
grupo de nosotros fuimos al pueblo de Sóller con el tren turístico (bastante
caro, pero ¿qué esperábamos?), y vagamos por las calles unas horas antes del
almuerzo.
|
Cantando por monedas en Sóller |
Todd y
algunos otros querían navegar un rato. —Sí,
— dijo Todd en el almuerzo, —¡Si no hay reyes!— Mati y Ignacio parecieron perplejos. —¡Rayos, rayos!— traduje yo. El español de Todd sigue divertiéndonos a
todos con sus errores cómicos. El resto
del día lo gastamos en la playa municipal practicando un poco de gimnasia y padelsurf.
|
Disfrutando la puesta del sol |
|
Tia la gimnasta |
Celebramos
el cumpleaños de Bethe en nuestra ultima noche, comiendo comida de India para
llevar (¿OTRA vez? preguntó Mati. ¿Donde
están las tapas?), y celebrando también nuestro bien-planeado, bastante
divertido, y encantadoramente relajado viaje en grupo hacia un destino increíblemente
precioso.
|
Juegos de la noche |
Todos,
desde los niños hasta los adultos, disfrutaron nuestro tiempo en Mallorca. Muchísimas gracias a Ignacio y Mati por
compartir esta experiencia con nosotros.
¡¡Mira que suerte tenemos entre amigos!!
|
Fabricando recuerdos |
No hay comentarios:
Publicar un comentario